Algunas de las especies migratorias mas famosas están en graves problemas.

Por ejemplo, los niños de hoy en día tienen más difícil poder escuchar el canto del cuco que sus padres y mucho más difícil que sus abuelos. 

Son varias las razones por las que esto está sucediendo.

El cambio climático está causando que los veranos cada vez sean más cálidos y las primaveras se adelanten. Cuando las aves migratorias llegan a sus lugares de cría, puede suceder que las nuevas hojas y orugas que se alimentan de ellas ya hayan desaparecido. Esto produciría un descenso en la disponibilidad de alimentos para las aves recién llegadas y sus crías.

El cambio climático también está causando sequías en África, por lo que la superficie desértica que las aves deben volar al otro lado se hace más grande cada año. La agricultura ha cambiado en el último medio siglo. La mayoría de los agricultores rocían sus cultivos con productos químicos que matan a los insectos y "malas hierbas". Cada vez hay menos rincones donde las aves pueden encontrar insectos y semillas para comer, y un menor número de setos, árboles y edificios antiguos donde poder anidar.

Nuestras ciudades son cada vez más grandes, dejando menos espacio a las aves para alimentarse y descansar. Los edificios, carreteras, vías férreas, líneas eléctricas, aerogeneradores y torres de transmisión pueden suponer barreras para las aves y puede llegar a matar miles de aves cada año.

Alrededor de 500 millones de aves mueren cada año por disparos o trampas durante su migración por el Mediterráneo. Muchas de estas aves pertenecen a especies en peligro de extinción. Este tipo de caza suele ir en contra de la ley y de los acuerdos internacionales para la protección de las aves migratorias, pero las personas que la practican suelen pensar que tienen un derecho tradicional a matar aves.